Las protestas del taxi han vuelto a convertir a la sociedad española en rehén de un sector que persigue a toda costa mantener los privilegios históricamente tolerados. Es por ello que la momentánea tregua concedida por los taxistas debe ser aprovechada por todos los actores implicados en el conflicto para encontrar una solución integral, sin parches, que permita la evolución del sector hacia un nuevo marco propio del siglo XXI…

 

Expansión 3.08.2018